De lo más grande a lo más pequeño. Estaba en la calle y, siguiendo las líneas que llamaban a mis ojos, he pasado por paredes, escaleras, ventanas y puertas que me han guiado hasta mi casa. Una vez allí, esas líneas seguían por todas partes: un radiador, la encimera, mi persiana...cada vez más y más cerca, llevándome a observar desde mi guitarra hasta mi propio zapato. Cada foto una textura y cada textura una sensación.
Sandra muy interesante el proceso de trabajo, también el resultado y tus comentarios en el blog, principalmente porque desvelan el proceso de trabajo que hs seguido. M.J.
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